La presión arterial alta, o hipertensión, afecta a casi la mitad de los adultos estadounidenses, pero muchas personas no entienden qué es o por qué es importante. Esta guía te ayudará a entender lo básico sobre la hipertensión, qué significan los números de tu presión arterial y por qué controlarla es crucial para tu salud a largo plazo.
Qué es la Presión Arterial y Cómo se Mide
La presión arterial es la fuerza de la sangre empujando contra las paredes de tus arterias mientras tu corazón bombea. Esta presión es necesaria para mover la sangre a través de tu cuerpo, llevando oxígeno y nutrientes a tus tejidos y órganos.
La presión arterial se mide utilizando dos números:
Presión sistólica (el número superior): Representa la presión en tus arterias cuando tu corazón late y bombea la sangre.
Presión diastólica (el número inferior): Representa la presión en tus arterias cuando tu corazón descansa entre latidos.
La presión arterial se mide en milímetros de mercurio (mmHg) y se escribe con el número sistólico sobre el número diastólico. Por ejemplo, 120/80 mmHg se lee como “120 sobre 80”.
La medición generalmente se realiza utilizando un manguito de presión arterial (esfigmomanómetro) alrededor de tu brazo superior, el cual se infla para detener temporalmente el flujo sanguíneo y luego se libera lentamente mientras un profesional de salud escucha con un estetoscopio o un dispositivo electrónico toma las lecturas.
Qué Significan los Números
Las categorías de presión arterial, según la American Heart Association, son:
Normal: Menos de 120/80 mmHg
Esta es la presión arterial ideal para la mayoría de los adultos.
Elevada: 120-129/menos de 80 mmHg
Esto indica que estás en riesgo de desarrollar presión arterial alta a menos que tomes medidas para controlarla.
Hipertensión Etapa 1: 130-139/80-89 mmHg
En esta etapa, tu médico probablemente recomendará cambios en el estilo de vida y podría considerar medicación dependiendo de tu riesgo general de enfermedades del corazón.
Hipertensión Etapa 2: 140/90 mmHg o más
En esta etapa, tu médico probablemente recomendará una combinación de medicamentos y cambios en el estilo de vida.
Crisis Hipertensiva: Más de 180/120 mmHg
Esto requiere atención médica inmediata. Si tienes lecturas tan altas, espera cinco minutos y haz la prueba nuevamente. Si las lecturas siguen siendo tan altas, busca ayuda médica de emergencia.
Es importante notar que una sola lectura alta no significa necesariamente que tengas presión arterial alta. Tu médico generalmente tomará varias lecturas con el tiempo antes de diagnosticar hipertensión.
Causas y Factores de Riesgo
La hipertensión a menudo se categoriza en dos tipos:
Hipertensión Primaria (Esencial): Se desarrolla gradualmente durante muchos años sin causa identificable. La mayoría de los adultos con presión arterial alta tienen este tipo.
Hipertensión Secundaria: Resulta de una afección subyacente y tiende a aparecer repentinamente con una presión arterial más alta que la hipertensión primaria. Las causas pueden incluir:
Enfermedad renal
Apnea del sueño
Problemas tiroideos
Tumores en las glándulas suprarrenales
Ciertos medicamentos (pastillas anticonceptivas, remedios para el resfriado, descongestionantes, analgésicos)
Drogas ilegales (cocaína, anfetaminas)
Varios factores aumentan tu riesgo de desarrollar hipertensión:
Edad: El riesgo aumenta a medida que envejeces, con alrededor del 65% de los estadounidenses mayores de 60 años con presión arterial alta.
Historial familiar: La hipertensión tiende a ser hereditaria.
Raza/etnia: Los afroamericanos desarrollan presión arterial alta con más frecuencia que las personas de otras razas.
Peso: El sobrepeso u obesidad aumenta el volumen de sangre que circula por tu cuerpo, lo que pone más presión sobre las paredes de las arterias.
Inactividad física: Las personas inactivas tienden a tener ritmos cardíacos más altos y su corazón debe trabajar más para bombear sangre.
Uso de tabaco: Fumar o masticar tabaco aumenta inmediatamente la presión arterial y daña las paredes de las arterias.
Ingesta de sodio: Demasiado sodio (sal) hace que tu cuerpo retenga líquidos, lo que aumenta la presión arterial.
Deficiencia de potasio: El potasio ayuda a equilibrar el sodio en tus células. No obtener suficiente puede provocar acumulación de sodio.
Consumo de alcohol: Beber demasiado alcohol puede elevar la presión arterial y reducir la eficacia de los medicamentos.
Estrés: Los niveles altos de estrés pueden aumentar temporalmente la presión arterial.
Ciertas condiciones crónicas: La diabetes, la apnea del sueño y la enfermedad renal pueden contribuir a la hipertensión.
La Naturaleza Silenciosa de la Hipertensión
La presión arterial alta a menudo se llama “el asesino silencioso” porque típicamente no tiene señales de advertencia ni síntomas, incluso cuando las lecturas de presión arterial alcanzan niveles peligrosamente altos. Algunas personas pueden experimentar:
Dolores de cabeza
Dificultad para respirar
Sangrado nasal
Sin embargo, estos síntomas usualmente no ocurren hasta que la presión arterial ha alcanzado un nivel severo o potencialmente mortal.
Esta naturaleza silenciosa hace que los controles regulares de presión arterial sean esenciales. Sin verificar tu presión arterial, podrías no saber que tienes un problema hasta que cause complicaciones de salud graves.
Por Qué Controlar la Presión Arterial es Importante
La presión arterial alta no controlada puede llevar a problemas de salud graves:
Ataque al corazón e insuficiencia cardíaca: La presión arterial alta daña las arterias, lo que puede bloquearlas e impedir el flujo de sangre al músculo cardíaco.
Accidente cerebrovascular: La presión arterial alta puede causar que los vasos sanguíneos en el cerebro se revienten o se tapen más fácilmente.
Aneurisma: El aumento de la presión arterial puede hacer que los vasos sanguíneos se debiliten y se hinchen, formando un aneurisma que podría romperse y ser mortal.
Daño renal: La presión arterial alta puede estrechar y engrosar los vasos sanguíneos en los riñones, reduciendo su capacidad para funcionar normalmente.
Pérdida de visión: La presión aumentada en los vasos sanguíneos de los ojos puede llevar a problemas de visión o ceguera.
Problemas de memoria: La presión arterial alta no controlada puede afectar tu capacidad para pensar, recordar y aprender.
Síndrome metabólico: Este conjunto de trastornos incluye aumento de la circunferencia de la cintura, triglicéridos altos, colesterol HDL (“bueno”) bajo, presión arterial alta y niveles elevados de insulina.
La buena noticia es que la presión arterial alta es controlable. Con el tratamiento adecuado y cambios en el estilo de vida, puedes reducir tu presión arterial y disminuir el riesgo de complicaciones mortales.
Próximos Pasos
El conocimiento es el primer paso para manejar la presión arterial alta. Tu próximo paso es medir tu presión arterial esta semana. Muchas farmacias ofrecen revisiones gratuitas de la presión arterial, o podrías considerar comprar un monitor doméstico para el seguimiento regular.
Si tu presión arterial está elevada o no la has revisado recientemente, programa una cita con tu proveedor de atención médica. La detección temprana y el manejo constante son clave para prevenir los problemas de salud graves asociados con la hipertensión.
Recuerda, la presión arterial alta es una condición que puedes controlar, y tomar acción ahora puede ayudarte a asegurar un futuro más saludable.
